El evento anual sirvió para marcar tendencias de las estaciones de otoño e invierno. La veterana firma Miguel Marinero mostró que, con la llegada de su hijo Nicolás, se ha renovado con aires más jóvenes. Esa evolución se vio reflejada en las pieles, para ampliar su mercado.
La colección se destaca por sus líneas sencillas, looks en lana, punto, crepes y mucho terciopelo de seda.
Los abrigos de punto con cordero de Mongolia, de pekan, de marta brillaron con luz propia, con un estudiado patronaje, además de la napa, en una amplia paleta de colores, como el naranja, el morado, los verdes, azules y ocres.
Por su parte, la gallega Isabel Núñez se inspiró en los colores que la pintora Tamara de Lempieka utilizaba en sus cuadros: rojo, verde, amarillo y rosa empolvado. Aunque la colección está inspirada en la pintora de los 20, sus propuestas son de los años 30, con siluetas sueltas y envolventes, hombros marcados a base de fruncidos y botas de colores acharoladas.
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